LA HABANA, Cuba.- “Son las 9.30 pm en Cuba y las protestas continúan, se reportan personas heridas por disparos de la policía, detenciones arbitrarias, amenazas y ataques a periodistas, incluido fotógrafo de @AP, fuerte presencia militar en las calles, y un gobierno intolerante”.
El reporte, por Twitter, de Erika Guevara-Rosas, abogada de Derechos Humanos y directora para las Américas de Amnistía Internacional, da cuenta de la conmoción que están provocando en la isla las manifestaciones que se desataron el domingo y que fueron profundizándose y radicalizándose con el paso de las horas y la represión.
El reclamo, que partió de la localidad de San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, se extendió rápidamente a otras ciudades. Miles de cubanos salieron a las calles a expresar su frustración tras meses de crisis, restricciones pandémicas que afectan al turismo, y lo que consideran negligencia del gobierno de Miguel Díaz Canel.
La respuesta del mandatario no ayudó a calmar a los manifestantes: “Habrá una respuesta revolucionaria. Por eso convocamos a todos los revolucionarios comunistas a que salgan a la calle donde se vayan a producir estas provocaciones y enfrentarlas con decisión”, dijo Díaz Canel el domingo por la tarde. Ayer, las protestas volvieron a mostrar el descontento.
El descontento se desata en un momento de fuerte crisis en Cuba, que pasa por la tercera y peor ola de covid-19, con índices de contagios altos en las regiones más afectadas, en un país que sufre una preocupante escasez de medicamentos y productos básicos, en medio de un bloqueo económico por parte de Estados Unidos que ya lleva 60 años.
Durante toda la jornada de ayer se produjeron choques entre partidarios y detractores del gobierno, en especial en varios puntos de La Habana. Al grito de “Libertad”, miles de personas sumaron a la lista de reclamos la censura a los disidentes. “No tenemos miedo, queremos cambios, no queremos más dictadura”, dijo un manifestante en declaraciones que recogió la cadena británica BBC.
Las denuncias de que hubo un apagón de internet, arrestos arbitrarios, golpes contra manifestantes y represión con gases lacrimógenos se acumulaban hacia el final del día.
Reparto de culpas
En un discurso a la nación, Díaz-Canel culpó a Estados Unidos por los disturbios. Denunció que las sanciones contra Cuba son una política de asfixia económica al país, y que quienes protestan son mercenarios a sueldo de Estados Unidos para desestabilizar a Cuba. Además, llamó a sus partidarios a “defender la revolución”. “La orden de combate ha sido dada: a las calles, revolucionarios”, dijo.
La principal diplomática estadounidense para Latinoamérica, Julie Chung, dio cuenta de su preocupación en Twitter: “Estamos muy alarmados por los ‘llamados a combate’ en Cuba”.
También la Unión Europea (UE) expresó apoyo a los reclamos. El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, dijo que los cubanos tienen derecho a protestar y pidió al gobierno de la isla que escuche sus quejas.
“Es un descontento a una escala que no habíamos visto desde 1994”, dijo Borrell, en una conferencia de prensa tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE. “Quiero expresar el derecho del pueblo cubano a expresar sus opiniones pacíficamente, y quiero pedir al Gobierno que escuche estas protestas de malestar”, acotó. (Reuters)